En el centro de la ciudad de Ibarra, se encuentran ubicados locales de los descendientes de Rosalía Suárez, propietaria y dueña de esta dulce tradición ibarreña; quien nació en el año de 1880 y a los 16 años descubrió por casualidad la manera de elaborar los helados de paila, los cuales se han mantenido durante mas de 100 años.

Luego de la muerte de su propietaria en 1985 se hizo cargo del negocio su hija Angélica Suarez, quien extendió el negocio en varios puntos del país como Ambato, Riobamba, Quito y Latacunga. En la actualidad Luz América Maldonado conjuntamente con Tiberio Vásquez son los dos familiares que se han hecho cargo de uno de los negocios.

Estos helados forman parte de la cultura y tradiciones de la ciudad blanca de Ibarra y se elaboran en forma artesanal y manual; sobre soportes de madera se coloca una batea de madera, dentro de la que se pone paja de páramo y hielo con sal en grano, sobre esto va una paila de bronce con jugo puro de frutas, que al mezclar en un lapso de tres minutos se obtiene el producto que lo han saboreado todos en el país y es una tradición innata del pueblo ibarreño.

En la actualidad sus locales se han innovado y ofrecen una variedad de sabores y presentaciones.